Abril 2019
Todo apuntaba a unas vacaciones de relax, una semanita en Canarias para desconectar y cargarnos de Vitamina D. He de decir que algo si que descansamos, pero nuestro nervio interior por conocer lugares nuevos nos hizo recorrer gran parte de la isla con nuestro coche de alquiler.
La llegada tenía que haber sido al aeropuerto del Norte, pero por el tiempo tuvimos que aterrizar en el Sur, y la aerolinea nos puso un bus para subir. En cuanto llegamos cogimos el que sería nuestro coche los proximos dias
Llegamos al hotel en Puerto de la Cruz por la tarde y salimos a dar una vuelta por la zona para ubicarnos y tomar una cerveza.
Al día siguiente pusimos rumbo al Norte, subimos hasta el mirador de Jardina, un obligado, y no solo por las preciosas vistas con el Teide de fondo, sino porque la carretera es espectacular.
Y de ahi en adelante fué mejor aun. Pasamos por Taganana, un pueblo de montaña con vistas al mar, y llegamos hasta Benijo.

Pusimos rumbo al otro lado de la isla y fuimos un rato a la playa de las Teresitas a tumbarnos un rato al sol.
Por la tarde nos acercamos a recorrer las calles del Casco Histórico de San Cristobal de la Laguna, con su estilo colonial y casas de colores como la mayor parte de la isla.
La mañana siguiente la dedicamos a las cañadas del Teide. Nos acercamos hasta el punto de donde salen los teleféricos, aunque decidimos no llegar hasta la punta. Es increible el mar de lava que lo rodea, y atravesar la carretera que recorre el parque.
A la mediodia bajamos hasta la costa, esta vez a un precioso pueblo, Garachico. Comimos de lujo en un restaurante típico. Y a ultima hora volvimos a nuestra zona del hotel.
Al día siguiente cogimos carretera al sur, esta vez hasta los Gigantes. La mañana empezó algo nublada. Los acantilados la verdad que son impresionantes, pero tanto la playa como el pueblo nos dejó bastante frios.
De ahí fuimos hasta Masca, una zona que nos hacía especial ilusión conocer. La carretera de montaña llena de curvas, primero para subir y luego para bajar nos llevo a este rincón verde de vistas privilegiadas, donde nos quedamos a comer.
Volvimos por la parte sur de la isla ya que la carretera es mas recta y mas rapido. Paramos en la playa de La Tejita, donde no nos pudimos quedar por el viento. Y continuamos hasta Candelaria.
La mañana siguiente teníamos claro que queriamos tumbarnos al sol si o si, así que nos acercamos hasta el Parque Marítimo Cesar Manrique, unas piscinas de agua del mar, en Santa Cruz de Tenerife.
Por la tarde y con mucha calmafuimos en busca de unas cervezas y pusimos rumbo de nuevo a las cañadas del Teide. Esta vez por la increible carretera de La Esperanza, y con el objetivo de ver el mar de nubes, la puesta de sol y las estrella. Objetivos conseguidos.
La parada en el mirador Chipeque es obligada e increíble!

Un vez arriba nos tocó esperar al anochecer y mereció la pena.
Nuestro último día completo en la isla fuimos de nuevo dirección Norte. El Parque Rural Anaga nos llamaba especialmente la atención, ya que es la zona más verde de la isla. Montañas y carreteras serpenteantes con vistas muy muy bonitas. Decidimos recorrer un par de senderos para dejarnos envolver por el bosque de laurisilva.
Volvimos a Candelaria, esta vez a comer en otro restaurante típico de la isla que nos encantó. La tarde la dedicamos a descansar en nuestra zona.
Al día siguiente tocaba devolver el coche y coger el avión de vuelta a la realidad. 😉
Muy buena narración e increibles fotos! enhorabuena!
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